Vistas de página en total

domingo, 10 de abril de 2011


Fiscal viene de la palabra “fisco” que significa ‘tesoro del Estado’; es decir, el tesoro público, el que nos pertenece a todos.

La política fiscal es “la política que sigue el sector público respecto de sus decisiones sobre gasto, impuestos y sobre el endeudamiento” | [1] . Esta política tiene como objetivo facilitar e incentivar el buen desempeño de la economía nacional para lograr niveles aceptables o sobresalientes de crecimiento, inflación y desempleo, entre otras variables. Igualmente, busca evitar fluctuaciones en la economía.

Las herramientas con las que cuenta la política fiscal para cumplir con sus objetivos están relacionadas con los ingresos y los gastos sobre los cuales tiene influencia el Estado. Desde el punto de vista del ingreso, el Estado puede controlar a quién y en qué cantidad se le cobran impuestos, a la vez que puede desarrollar mecanismos para garantizar el pago de éstos (evitar la evasión), etc. Desde el punto de vista del gasto, el Estado puede tener influencia sobre el nivel de los salarios, el aumento de éstos año tras año, las contrataciones y los dineros que se transfieren a los departamentos y municipios o a otras entidades, etc.

Veamos qué decisiones puede tomar el Estado en materia de política fiscal para una situación específica de la economía del país: Si se presenta una situación en la cual la economía se encuentra estancada, el consumo es bajo y las empresas no pueden producir con toda su capacidad, el Gobierno puede buscar incentivar el consumo reduciendo los impuestos que se le cobran al público; por lo tanto, las personas tendrán más ingreso disponible para comprar bienes y servicios y consumir en general; por otro lado, siendo el Estado el consumidor más grande, éste puede gastar más dinero en la economía realizando inversiones u otro tipo de gastos que incentiven la producción de las empresas.

Las políticas fiscales se pueden clasificar en dos grupos: políticas expansionistas o políticas contraccionistas. La política fiscal “expansionista” se presenta cuando se toman medidas que generen aumento en el gasto del gobierno, o reducción de los impuestos, o una combinación de ambas. Por el contrario, una política fiscal “contraccionista” se presenta cuando se toman decisiones para tener un gasto gubernamental reducido, o aumentar los impuestos, o una combinación de ambas.

Aún con las ventajas que puedan traer las distintas herramientas que componen una política, el Estado debe ser muy cuidadoso de no excederse en las medidas que desea tomar porque estas medidas pueden afectar las finanzas públicas y aumentar el déficit fiscal a niveles peligrosos que afectarían la estabilidad económica del país. El medio por el cual el Estado obtiene los recursos necesarios para desarrollar sus políticas (deuda interna o externa o a través de impuestos) y mantener en niveles aceptables su déficit fiscal, afecta también otras variables como las tasas de interés y la tasa de cambio, las cuales también deben ser tenidas en cuenta en el momento de definir una política fiscal. 

CARACTERIZACIÓN DE LA POLITICA FISCAL EN COLOMBIA Y ANALISIS DE SU POSTURA FRENTE A LA CRISIS INTERNACIONAL



En este documento se caracteriza la política fiscal en Colombia a partir de la valoración de los tres aspectos más relevantes desde la perspectiva macroeconómica: su posición frente al ciclo, su volatilidad y la sostenibilidad de la deuda. Los resultados encontrados se comparan a nivel internacional. Adicionalmente se analiza la postura de la autoridad fiscal frente a la crisis internacional y se evalúan dos escenarios sobre sus posibles repercusiones.


Utilizando una regla de política se encuentra que la política discrecional del gobierno ha sido procíclica en el mediano y largo plazo, que ha reducido su volatilidad en los últimos años y que ha sido consecuente con la condición de sostenibilidad. La evidencia indica que hasta ahora la autoridad fiscal no ha diseñado un programa contra-cíclico para compensar los efectos de la crisis y que espera que operen los estabilizadores automáticos en la recuperación para superar los desajustes que se presenten en la actual coyuntura.


En el corto y mediano plazo las finanzas del gobierno nacional sufrirán un apreciable deterioro, por la caída en la actividad económica: sus ingresos se podrían contraer, en términos reales, entre -3% y -4,5% en 2010, el balance primario será negativo hasta 2011 (oscilará entre -0,8% y -1,5% del PIB) y la deuda alcanzaría niveles cercanos a los registrados a comienzos de la década.

A la Búsqueda del “Grado de Inversión”


Alcanzar el “grado de inversión” es actualmente uno de los grandes desafíos para el país cafetero, y la ruta para aquéllo no parece muy larga.

Hace cerca de dos semanas, Moody’s dijo que podría elevar la valoración crediticia a este escalafón si el Presidente Juan Manuel Santos cumple con su promesa de implementar reformas fiscales.

Al mismo tiempo, Standard & Poor’s, que sitúa el rating en un rango equivalente al de Moody´s (en “BB+)”, también revisó el panorama del país a “positivo” en julio.

Esta compañía explica que la economía colombiana se ha tornado más resistente en los últimos años. “Las perspectivas a largo plazo en el crecimiento parecen ser brillantes, en parte debido a la creciente inversión en el petróleo, el gas, y los minerales, así como un aumento reciente de la inversión en infraestructura física”, especifica. Ante este escenario, Alberto Ramos añade que si se aprueba la regla fiscal a discutirse en el parlamento, y el congreso de Estados Unidos ratifica el TLC con Colombia, el objetivo del grado de inversión se podría lograr en la segunda mitad de 2011.

Fortalezas y Seguridad

Pero, paradójicamente, para Colombia una actual “debilidad” se ha convertido en cierta medida, en fortaleza. “El problema de países como Perú, Brasil y quizás hasta Chile, es que están creciendo tan rápido que tienen que enfriar la economía por el riesgo inflacionario. Colombia está con crecimiento un  poco más moderado, así que no se enfrenta con ese problema”, indica Ramos.

Otro elemento a destacar es el nivel de riesgo país exhibido. El diferencial de los Credit Default Swaps (CDS), que miden la posibilidad de una caída en cesación de pagos de una economía se encuentra dentro de sus menores rangos del año.

Al mismo tiempo, los expertos son enfáticos en destacar el sustantivo avance que se ha llevado a cabo en materia de seguridad. “Ese tema ya cambió, y muchísimo, ahora hay que consolidar los logros de los últimos ocho años”, señala el especialista de Goldman Sachs.

Frente a la muerte del guerrillero más buscado y uno de los líderes de las FARC hace poco más de una semana, el llamado “Mono Jojoy”, el experto considera que esto se trata de un hecho “simbólico”, si bien “la guerrilla ya está bastante debilitada”.

En suma, el “continuismo” que indican los agentes que aplicará el Presidente Juan Manuel Santos en base a lo iniciado por el ex Mandatario Álvaro Uribe, resultará en un crecimiento para la economía de 4,5% en 2010 y 4,1% en 2011, con una inflación de 2,3% y 3,6%, respectivamente, según JP Morgan.

“La actividad va a crecer cerca de 5% anual en la segunda mitad del año. Las exportaciones van a repuntar con la reapertura de la frontera con Venezuela, y la demanda interna también debe repuntar un poco gracias, en parte, al mayor consumo privado”, prevé Juan Pablo Fuentes.

Los Puntos Pendientes

Para Juan Pablo Fuentes, analista de la agencia Moody´s, si bien existen buenos cimientos económicos en el país, como la baja inflación, reducidos niveles de deuda y un sólido sistema bancario, se enfrentan aún algunas dificultades que no le permiten a éste crecer a tasas mayores de manera consistente. “Una es la situación fiscal, que continúa siendo muy frágil. Por otra parte, la tasa de desempleo es mayor al promedio de la región” (11,2% en agosto). La nación, asimismo, “tiene que mejorar su distribución de ingreso, una de las peores en la región. Esto se dificulta por la situación fiscal, que no permite que el gobierno aplique medidas que apunten en esa dirección”, puntualiza.

Concordando con lo anterior, Alberto Ramos agrega que “hubo un poco de incertidumbre política hasta saber lo que iba a pasar con el tema de la reelección del ex Presidente Uribe, así que la gente quizás esperó un poco para empezar a invertir”.

LOS DESAFIOS ECONOMICOS EN COLOMBIA

En contraste con territorios de nuestra región donde el ánimo inversor llega incluso a niveles de indiferencia –como Ecuador o Bolivia–, o en lugares en los cuales la amenaza de la inestabilidad política es a ratos patente –Argentina y Venezuela-, Colombia se erige hoy como una nación claramente atractiva para emprender negocios. No obstante, al momento de profundizar en el análisis, los expertos concuerdan en que existen ciertos aspectos pendientes que impiden, por ejemplo, que este año se acceda al tan anhelado “grado de inversión”, la escala más alta otorgada por las agencias de clasificación de riesgo crediticio.

“Colombia ha empezado un proceso de recuperación serio de su economía, pero con menos vigor que Chile, Perú y Brasil”, explica Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs.

La economía caribeña creció un 4,3% en el primer semestre de este año con relación al mismo período de 2009, en función del buen comportamiento de la explotación minera (14,3% de avance), de la industria manufacturera (6,5%) y del comercio (4,9%).

La falta de contundencia, sin embargo, encuentra sus fundamentos con claridad. En primer lugar, aparece el hecho de estar en pleno proceso para dejar atrás la crisis externa, que derivó en un crecimiento del PIB de 0,4% en 2009. Pero, además, se cuentan una paralización del comercio con Venezuela y algunas relevantes causas de origen interno.